«Cómo nos cambia la vida en un abrir y cerrar de ojos, si algo he aprendido en este tiempo fuera de mi país ha sido que la vida siempre te sorprenderá con cosas inesperadas que muchas veces te tocara cambiar el plan, que aprenderás a dejar ir con más facilidad y te tocara demostrarte a ti misma cuan valiente y fuerte eres porque esa serán las únicas opciones que tendrás».
Todos los que estamos aquí hoy de alguna u otra forma hemos perdido algo o alguien que amaban, a todos nos ha tocado la dolorosa tarea de atravesar por el camino de la pérdida, una palabra que incluso vive con nosotros todos los días.
Sin embargo, como humanos no estamos hechos para perder, no se nos enseña “el arte de saber perder”, y por eso nos gusta vivir en lo que es seguro y cuando se trata de perder entonces nos da MIEDO y pareciera que nos congeláramos en esa realidad sin poder avanzar.
Cuando me vine a este país con mi familia pensé que sería mucho más fácil, que quizás lo que había estudiado, me prepararía para los desafíos más grandes, Sin embargo estar aquí hoy demuestra que mi teoría no tenía mucho sentido para aquel entonces y gracias a DIOS que fue así, soy tan imperfecta y humana como ustedes, me han pasado en mayor o menor medida cosas muy similares a las suyas y esta vez solo decidí que mi compromiso como Mujer Venezolana era poder hacer de esta experiencia algo que me permitiera ayudar a otros hermanos y hoy esto es muestra de ello.
A este espacio intimo que he preparado quiero llamarlo, ¡EMPEZAR DE 0!, si así como lo escuchan porque es justamente así como me he sentido estos años, entendí que me tuvieron que pasar cosas para aprender, me he caído muchas veces para crecer, me han herido para que entendiera que debía darme más valor del que creí tener, he aprendido a decir adiós aunque mi alma se desgarrara a pedazos para poder salir del fondo doloroso en el que me encontraba cuando sentía que nada de lo que hacía me permitiría salir de donde estaba. Migrar se sentía entonces como un amante que recién conoces, al principio te atrapa su apasionada forma de verse contigo y luego te asusta quedarte para siempre.
Creo que estar hoy aquí es el principio de la gran obra que muchos de nosotros llegamos hacer dentro de este país, pero nuestra principal labor primero es poder vivir en paz con la decisión que ya hemos tomado y eso implica bastantes cambios importantes que hacer en el hoy.
Antes de comenzar en lo profundo de este encuentro quiero decirles algo muy valioso que me sirvió a mi y que de alguna manera hace que estemos juntos en este barco hoy.
Confundimos ser valientes con no sufrir, confundimos sentirnos en paz sin sufrir y creo que estamos en lo opuesto, creo que ser valiente es decir tengo miedo esta vez, estoy asustado, y aun así lo haré o me levantare porque mi valentía no se mide solo por mi coraje sino por todas las veces que aun teniendo miedo de no poder seguir; ¡YO SIGO!, lo hago y me levanto.
Creo que la paz es la elección que hacemos personalmente aun cuando sentimos que estamos en caos, elijo sentirme en paz, aunque sé que me duele la herida profunda que deja en mi la perdida, el trauma o la situación no resuelta, pero elijo vivirla con paz, esto me permite hacerme cargo de mí, de lo que siento, de lo que digo y de lo que hago, me permite saber que aun perdiendo puedo conseguir la paz que solo un corazón agradecido por estar vivo puede tener, por esa razón hoy les hago estas preguntas:
¿han pensado en el sentido de sus vidas?, ¿han pensado en cómo han logrado superar tantas cosas antes?, los he observado en silencio, los he visto ser lastimados y lastimar, he aprendido tanto de ustedes como he aprendido de mi durante este tiempo en este nuestro nuevo país, y aquí surge mi otra pregunta: ¿Cómo es que antes hemos superado cosas inimaginables y ahora creemos que no podremos sobreponernos a los desafíos que hoy tenemos?
Perdemos tiempo pensando en lo que pudo ser y no fue, en lo que sería si tan solo…hubiera hecho esto o lo otro, pero que pasaría cuando comiences a vivir más en el hoy, cuando te pudieras ver más a ti mismo en lo que estas viviendo, disfrutar de esos pequeños instantes que te regala la vida solo a ti, concentrarte plenamente en ese tiempo para ti sin sentirte culpable por hacer algo que te haga feliz aun en medio de este viaje llamado migración.
Que buena ha sido la vida hoy, estamos aquí, ¡ESTAMOS AQUÍ! respirando, vivos y agradecidos, del solo hecho de poder mirarnos a la cara, que gran milagro, de poder hablar, caminar y sostenernos juntos que gran milagro, mi propósito con estas líneas es solo un recordatorio, elije bien a partir de hoy en que y en quien invertir tu tiempo, tu amor, tu vida, tu amistad, porque si la vida es concebida como un milagro entonces la valoraremos mas estemos donde estemos.
Después de migrar valore más “EL TIEMPO” porque cada día que pasa me hace pensar que debemos hacer para tener más tiempo con aquellos que amamos haciendo lo que amamos.
Entonces durante estos años fui engañando mi propio tiempo porque cada vez que una añoranza llegaba a mi memoria como: la navidad fuera de casa por primera vez, mi familia, mis amigos, mis costumbres, mis memorias, mi vida allá, algo dentro de mi muy profundo se rompía y entonces yo decidía esquivar cualquier dolor y solo escuchaba música en los momentos que podía, bailaba sola en los momentos que podía, lloraba a solas en los momentos que podía, pero no me atrevía verdaderamente a decirme a mi misma que en realidad estaba devastada porque me dolía muchísimo haber dejado esa parte de «mi» allá, y fue entonces cuando entendí que pasara lo que me pasara Dios jamás se cansaría de escucharme y de alguna manera gracias a el yo estoy aquí.
Pase lo que pase jamás estarás solo o sola, pase lo que pase jamás dejara de existir esa poderosa razón que te sostendrá cuando todas las demás no estén, la vida te va a poner en situaciones inexplicables para cualquier otro ser humano y serás tú quien tome la decisión de como mirar o asumir eso que te ha pasado.